Bulos sobre el control de alcoholemia

Seguramente has oído mil y un trucos secretos para no dar positivo en control de alcoholemia si has bebido y estas conduciendo. Hoy en Coches de Ocasión 4 All vamos a hablar sobre esos trucos que para muchos son la solución para poder beber mientras conduces y ahorrarte la multa y la retirada de puntos.

Lo cierto es que ninguno funciona y la opción más recomendable siempre es: no beber o no conducir.

¿Qué es un control de alcoholemia de la DGT?

La Dirección General de Tráfico (DGT) es una dependencia del Ministerio de Fomento de España cuyo objetivo es el de mejorar la seguridad vial, para lo cual se encarga de la vigilancia y control de la circulación, así como de velar por el cumplimiento de la legislación y normativas vigentes.

En el marco de la lucha contra el alcohol al volante, una de las herramientas que la DGT utiliza es el control de alcoholemia.

Esta prueba, que también recibe el nombre de etilometría, consiste en la medición del grado de alcohol en la sangre de una persona. Esta información se obtiene mediante un aparato que, a través de una muestra de aliento, análisis de sangre o saliva, permite conocer los niveles de alcohol presentes.

Positivo en control de alcoholemia, ¿A qué te enfrentas?

Los controles de alcoholemia de la DGT se llevan a cabo de forma aleatoria, tanto en la vía pública como en los garajes, y son realizados por la Policía Local, Guardia Civil y/o Policía Nacional. Estas pruebas permiten a los agentes detectar y multar a los conductores que estén bajo los efectos del alcohol.

Los límites legales de alcohol en la sangre establecidos por la DGT para conductores profesionales son de 0,3 g/l para la conducción de vehículos pesados y de 0,5 g/l para los vehículos ligeros. En el caso de personas con edad inferior a 23 años, estos límites se reducen a 0,3 g/l para ambos tipos de vehículos.

Multas por positivo en un control de la policía.

¿Has estado bebiendo y ahora vas a conducir? Si has decidido lanzarte al volante, tienes que saber que, en España, existen severas multas por conducir bajo los efectos del alcohol.

Según la normativa de la Dirección General de Tráfico (DGT), un conductor que dé positivo en un control de alcohol podrá recibir una sanción de hasta 1.500 euros, así como la pérdida de 6 puntos en su carnet.

Además, tendrá que pasar una prueba de alcoholemia con un resultado negativo antes de poder volver a conducir.

Además de la multa económica, un conductor que dé positivo en alcohol también tendrá que hacer frente a una serie de medidas impuestas por la DGT.

Estas medidas incluyen la prohibición de conducir durante un periodo de tiempo determinado (entre uno y dos años), la imposición de un programa de rehabilitación y educación vial, y la obligatoriedad de portar una tarjeta de control de alcohol durante un periodo de tiempo específico.

Sanciones más graves por control de alcoholemia

Es importante tener en cuenta que las sanciones por conducir bajo los efectos del alcohol son más severas si se comete el delito con un menor de edad a bordo. En este caso, la multa puede llegar a los 3.000 euros y a la pérdida de 12 puntos del carnet de conducir.

La mejor prevención para no ser multado

Por supuesto, la mejor forma de evitar todas estas sanciones es no beber y conducir. Si has decidido beber, lo mejor es que dejes el coche aparcado y utilices otro medio de transporte para llegar a tu destino.

Esto te ahorrará tiempo, dinero y, lo más importante, te mantendrá a salvo a ti y a los demás usuarios de la carretera.

¿Qué se consigue con los controles de alcohol?

En conclusión, el control de alcoholemia de la DGT es una herramienta útil para la prevención de los accidentes de tráfico relacionados con el alcohol al volante.

Estos controles tienen como objetivo detectar a los conductores bajo los efectos del alcohol para así poder disuadirlos y evitar posibles accidentes.

Bulos sobre el control de alcoholemia

Distintos bulos sobre los controles de alcoholemia y cómo librarse de dar positivo en uno aunque hayas bebido.

Los controles de alcoholemia son una herramienta que ayuda a prevenir los accidentes de tráfico vinculados al alcohol.

No obstante, muchas personas tratan de librarse de ellos a toda costa por diferentes motivos. Es por ello que existen muchos bulos que pretenden ayudarles a pasar los controles, aunque hayan bebido alcohol.

Los bulos más comunes que circulan en internet, entre amigos o familiares son los siguientes:

  • Comer alimentos con mucha grasa.
  • Comer mucha mantequilla de cacahuete.
  • Beber mucho café.
  • Masticar unos granos de café antes de someterte a un control.
  • Comer canela.

Según los que defienden este tipo de bulos estos alimentos aceleran el metabolismo y pueden ayudar a que el alcohol se elimine antes del organismo.

Las evidencias científicas aseguran que estos remedios carecen de eficacia.

El alcohol sólo se puede eliminar con el paso del tiempo, y es el hígado el encargado de desintoxicar el organismo.

Los alimentos no modifican el tiempo de desintoxicación, sino que sólo actúan como coadyuvantes, pero no como una solución real.

Lo mejor: no beber si vas a conducir.

Como puedes ver no hay trucos mágicos ni rápidos y tampoco hay evidencias científicas de que funcionen. Lo recomendable siempre es ser responsable, protegerte a ti y a los tuyos y proteger a los demás conductores y peatones: esto lo consigues no poniéndote al volante de un vehículo si has bebido alcohol.

En definitiva, los controles de alcoholemia son una herramienta necesaria para prevenir los accidentes relacionados con el alcohol.

Desgraciadamente, existen muchos bulos que intentan librarse de los controles, aunque hayas bebido. Sin embargo, estos remedios carecen de efectividad, por lo que es mejor evitar conducir si has bebido alcohol.